miércoles, 13 de junio de 2012

EXITO O FRACASO


Se dice que una persona es "exitosa" cuando ha alcanzado lo que se ha propuesto, cuando ha logrado aquello por lo que tanto ha luchado; decimos que fallamos cuando no logramos lo que queremos, cuando no alcanzamos aquella meta e ilusión que nos planteamos para nuestro futuro en la cual sentimos que el fracaso no es opción.
Es importante darse cuenta como el ser humano  reacciona normalmente al fracaso, puesto que es común rendirse cuando nada sale bien, cuando todo se mira en contra y los resultados  lejos de ser positivos solo nos desilusionan más y más.

Puedo afirmar sin temor a equivocarme, que todos hemos tenido un sueño o una meta por la cual hemos luchado y hemos sacrificado muchas cosas, no importa que tan distinto sea un sueño de otro, todos hemos soñado con lograr hacer algo que nos traiga satisfacción plena. Dependiendo de los resultados decidimos si abandonar o seguir avante, si estos no son satisfactorios o si el entorno o situación en la que vivimos nos impiden o nos hacen más difícil alcanzar lo que queremos nos genera un espíritu de negativismo.
Es importante que tener en cuenta que para el ser humano no hay límites, desde la primera vez que alguien ya demostró que se puede lograr hacer algo, es porque todos podemos hacerlo, así como el ciclista Lance Armstrong siete veces campeón del tour de Francia, convertido en leyenda después de su superación contra el cáncer lo cual no impidió que siguiera sumando victorias proclamándose el mejor ciclista del mundo de la época, o el  brillante matemático John Nash, premio Nobel de economía, el cual se le fue entregado pese a haber padecido de esquizofrenia y sin embargo fue reconocido como un destacado catedrático de la Universidad de Princeton, New Jersey.

Desde el momento que alguien ha demostrado que el ser humano puede lograr hacer algo sin importar las adversidades, queda claro que no estamos privados de alcanzar todo cuanto tengamos como metas, proyectos e ilusiones. Es importante  tener en cuenta que contamos con la ayuda de un ser supremo, y que la victoria y la derrota deben ser dos cosas muy efímeras; más vale una derrota bien estudiada, que una victoria sobre algo que no planeamos para nosotros mismos, más vale haberlo intentado que preguntarse qué habría pasado de haberlo hecho.
La clave de todo está en tener claro que una vez que hayamos decidido lo que queremos nunca rendirse, en hacer nuestro máximo esfuerzo y dejar el resto a Dios, teniendo en cuenta que la disciplina y la constancia son dos cosas imprescindibles en el camino hacia nuestros sueños, sin dejar de lado que la victoria es relativa pues todo depende del cristal con que se mire, si piensas como un campeón, los errores son aprendizajes, las victorias parciales y las dificultades pruebas. Todo dependerá de la convicción que tengamos, del motivo que nos mueva y de lo dispuestos que estemos a lograrlo.

Como dijo el famoso  físico-matemático Albert Einstein:
"Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad".

 Aquellos que luchen con el corazón y entreguen hasta lo último que tengan de voluntad para lograr sus sueños, serán siempre elemento esencial para el avance de la humanidad.

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