lunes, 5 de septiembre de 2011

HISTORIA CON MORALEJA


Había una vez…. Un señor que tenía cuatro hijos e imaginaba cuál podría ser la
manera adecuada para que aprendieran acerca de cómo percibir al mundo que
nos rodea…
En el fondo de su casa había un árbol, en el que solía sentarse en verano, bajo su
sombra para aliviar su calor…. y le pidió a cada uno de sus hijos que se encargaran de observar a ese árbol en una estación diferente, y luego al finalizar
el año, se reunirían para conversar sobre lo que cada uno percibió de ese
árbol… Eligieron entre ellos quien se ocuparía de observarlo en otoño, quien en
invierno y quienes en primavera y verano…
Y así…. Pasaron los días… las temporadas… con sus cambios climáticos….y ya
pasadas las cuatro estaciones… el hombre reunió a sus hijos y les pidió, le
contaran qué había visto cada uno de ellos, y cuál era su opinión de lo
percibido.
Mencionaremos a los hijos con el nombre de las Estaciones para mayor claridad:

Otoño dijo que era hermoso ver al árbol con sus hojas entre verde y amarillentas, por los colores que regalaba. Además sentía tristeza al darse cuenta que cada día que pasaba sus hojas se tornaban más amarillas y luego caían como mostrando que el árbol ya no tenía fuerzas de sostener todo aquel follaje. A su vez observó que el piso se llenaba de las hojas que se caían y que algunas de ellas volaban con el viento, mientras algunas quedaban aplastadas por otras más pesadas….

Invierno dijo que vio un árbol con ramas muy retorcidas, algunas fuertes y gruesas, otras no tanto…. Estaba desnudo…. Como si no tuviera nada para dar…., como si nadie quisiera estar con él por su dureza. También observó que el viento no podía mucho contra él, pues su tronco era muy fuerte… pero lo vio muy solo…. Sin quien lo acompañara, si lo comparaba con otras plantas de su jardín que estaban llenas de vida, de flores, de hojas…

Primavera dijo lo contrario… El árbol estaba lleno de promesas…. De esperanzas… pues en cada una de sus ramas había pequeños brotes…que parecían que querían estallar en salud y bienestar…a todo eso que Invierno percibía. Como que el tiempo de florecer ya había llegado…

Verano dijo que vio mucho más que eso… pues mientras él observaba al árbol con el correr del verano, siempre veía a un fuerte ejemplo de poder… de vida…de fortaleza, cosa que no vio Otoño, y que regalaba sonidos, sombra… y frescura mientras sus hojas se movían con la brisa del viento…

Entonces en ese preciso momento, en que cada hijo pudo decir lo que percibió, su padre sabiamente les explicó que cada uno observó al árbol desde un lugar, un tiempo, y que de esa manera solo vemos lo que tenemos enfrente nuestro, sin darnos cuenta que hay mucho más, no solo en los árboles, sino también en las personas que nos rodean….y lo más importante en cómo Somos. Si miramos un problema, una decisión, un comportamiento sólo desde un lugar…. nos perdemos el resto… que tal vez sea lo que nos hará una diferencia en la vida.

Sólo observa cuáles fueron los adjetivos que describieron la estación en que ese árbol vivió y podrás darte cuenta que todos ellos son para el mismo árbol…

Moraleja: Cada estación tiene algo diferente para regalarte, cada persona es y se
comporta con diferentes parámetros según el momento…. Mira a tu alrededor… y
ve más allá del árbol…, que el árbol no te impida ver el Bosque.

Escribe: María Gámez

No hay comentarios: